El oro blanco
De color frío, el oro blanco u oro gris, es el más moderno. Resalta la pedrería de diamantes y magnifica los solitarios con un tono sobre tono elegante. El oro blanco es mucho más resistente y no se oxida contrariamente a la plata. Sin embargo, es posible que el oro blanco amarillee ligeramente a fuerza de ponerlo y esto es totalmente normal. Una simple capa de rodio blanco cada 3 a 5 años será suficiente para volver a darle el esplendor de los primeros días. El oro blanco 18 quilates está compuesto de un 75% de oro, 24% de plata y cobre. En cuanto a su equivalente de 9 quilates está compuesto de un 37.5% de oro fino y de 62.5% de plata. Los dos están recubiertos de una capa de rodio blanco que le confiere un color blanco puro.
El oro amarillo
El oro amarillo de color cálido encana lo clásico de la joyería. Encarno lo precioso de esta material. Es el único metal amarillo que no se oxida y que durará toda la vida sin ningún cambio de color. El oro amarillo de 18 quilates está formado por un 75% de oro puro, 12.5% de plata y 12.5% de cobre, con el fin de obtener el mejor compromiso color/propiedades mecánicas. Los 9 quilates se componen de un 37.5% de oro fino, de 12.1% de plata, de 44.4% de cobre y de zinc.
El oro rosa
El oro rosa con su color próximo a la pieles claras es muy suave, menos frío que el oro blanco y más moderno que el oro amarillo. Sobre las pieles oscuras, resalta de forma sublime con un toque de originalidad. El oro rosa de 18 quilates comporta 75% de oro, 5% de plata y 20% de cobre que le da su color. El oro rosa de 9 quilates está formado por un 37.5% de oro fino, un 42.5 de cobre y un 20% de plata.
Saber más sobre el oro de 9 y 18 quilates. 
