Las joyas de oro y diamantes, joyas atemporales, representan una compra a la vez segura y eterna.
Las propiedades excepcionales del oro y del diamante
¡Las joyas de oro muestran una longevidad muy superior a las otras joyas!
El oro es un metal dotado de una vida excepcional Debe esta durabilidad a su inercia que impide que este material reaccione con otros elementos. Ofrece una excelente resistencia a la oxidación, a la corrosión, a los ácidos, a la descomposición y no se oxida, ni en contacto con el agua de mar ni con agua dulce. La única opción para modificar el aspecto del oro es… ¡fundiéndolo!
Este metal precioso también es dúctil, muy maleable, pudiendo transformarse en hilos largos y finos sin riesgo de que se rompan. ¡Un gramo de oro permite producir un hilo de dos kilómetros! Esta propiedad permite la creación de joyas poco frágiles y difícilmente rompibles.
Compañero indisociable del oro, el diamante posee otras tantas cualidades, comenzando por su capacidad de resistencia al desgaste, a la abrasión y a las rayaduras. Nada puede rayar al diamante, salvo otro diamante. La dureza del diamante no tiene igual. El diamante se coloca en lo más alto de la escala de Mohs, una escala empírica que clasifica la dureza de los minerales entre 1 y 10.
El oro y el diamante, papeles importantes en la historia
El oro, por sus cualidades únicas ha jugado siempre un papel importante en la historia de las civilizaciones. Este metal brillante, maleable e inalterable y además raro, se convirtió pronto en un valor de intercambio importante, ya inventado por los griegos de Asia Menor en el siglo VI a.C. Concretamente las monedas de oro acuñadas con Creso, rey de Lidia (561-546 a.C) fueron el origen de la expresión “rico como Creso”.
La historia del metal amarillo estuvo jalonada de episodios cruciales, como el de la Fiebre del oro de América. La búsqueda del oro todopoderoso fue el origen de alteraciones políticas cuando empezó a faltar.
Reconocido desde el origen de los tiempos como un material noble, el oro también fue asociado a lo sagrado, a lo divino, a los poderes sobrenaturales, incluso a la inmortalidad. Se encuentra también en el antiguo Egipto bajo la forma de objetos de arte, de joyas y de objetos funerarios de una belleza increíble. Utilizado en los rituales adivinatorios o funerarios, el oro tenía principalmente que fijar la imagen del difunto para la eternidad.
El oro también fue asimilado a un símbolo de divinidad debido a su color amarillo y a su brillo luminoso que recuerda el del sol. Su inalterabilidad lo ha asociado también a la inmortalidad. En la América precolombina, las civilizaciones aztecas, maya e inca hicieron gran uso del oro a través de las joyas, máscaras y objetos de oro puro que llevaban o utilizaban durante los rituales sagrados.
Venerado en todos los lugares del mundo, se encuentran huellas de oro en todas las religiones y realezas, en el Vaticano, en Japón con el Kinkaku-ji (Templo del Pabellón de Oro), un edifico totalmente recubierto de oro, en Tailandia con el Buda de oro de Bangkok, una escultura entre las más edificantes de la cultura budista, en la galería de los cristales del castillo de Versalles, pan de oro…
En cuanto a la historia del diamante, esta comienza en India hace más de 4000 años. Estas piedras preciosas provistas de un alto valor simbólico en los textos sagrados, adornaban los objetos religiosos debido a su supuesto poder protector contra los espíritus del mal. En la Grecia antigua, los diamantes estaban asimilados a las lágrimas de los dioses o a resplandores de estrellas caídas del cielo. La palabra diamante viene del griego "adamas" que significa invencible, indestructible. Un término que fue después transformado en "diamas".
El diamante adorna desde hace mucho tiempo las alianzas de los esponsales, lo que comenzó con el archiduque Maximiliano de Austria, casado con María de Bourgogne en 1477, que le ofreció como prueba de amor un suntuoso diamante. Sacralizados por Marilyn, que afirmaba que “los diamantes son los mejores amigos de la mujer”, estas piedras sublimes se han convertido hoy en símbolos de lujo y pruebas de amor.
El oro y los diamantes, inversiones sensatas
La escasez del metal amarillo y de los diamantes los convierte en preciosos. La producción de las minas de oro que tenderá a acabarse en el horizonte de 2025 hará explotar los precios. El agotamiento de las minas de diamantes indios y después de Brasil ha abierto el camino a un nuevo El dorado en África del Sur, uno de los pocos del mundo todavía explotado. La demanda debería por tanto aumentar un 5,9 % por año, mientras que la oferta solo aumentaría un 2,7 % (estudios Global rough diamond supply 2013). Siendo lo raro caro, todo hace suponer que el valor del diamante solo puede aumentar en los 15 años venideros.
Regalar una joya de oro y diamantes es un valor seguro, lo decía William Shakespeare "El oro y los brillantes tienen una elocuencia muda que remueve el corazón de una mujer mucho más que los discursos más bellos”…
Saber más sobre la diferencia entre el oro de 9 y el oro de 18 quilates > Ver la Guía del Diamante >